Nuevas normas para una movilidad en plena transformación
El pasado marzo entró en vigor la nueva Ley de Tráfico, que incorpora numerosas modificaciones tendentes a reducir la siniestralidad y reflejar las actuales formas de desplazarse. Unos cambios que, sin embargo, no han plasmado una de las peticiones más acuciantes del sector asegurador: la imposición de un seguro obligatorio a los vehículos de movilidad personal.
ARTÍCULO PUBLICADO EN MEDIADORES DE SEGUROS Nº113
La nueva normativa incluye sanciones más duras, nuevas
multas y regulaciones adaptadas al actual escenario en el que conviven
vehículos a motor y otros que no lo son. Se centra, sobre todo, en la revisión
de las infracciones que detraen puntos, ya que se considera que el conocido
como permiso por puntos ha resultado ser una herramienta muy importante para
luchar contra la siniestralidad. No obstante, el año 2005 (último sin permiso por
puntos) se cerró con 3.268 fallecidos en vías interurbanas, según datos de la Dirección General de Tráfico (DGT). Al año
siguiente, cuando entró en vigor el nuevo modelo, el balance de víctimas
mortales bajó a las 2.989 personas, y en 2021 murieron 1.004 personas en
accidentes de tráfico.
La última revisión del permiso por puntos fue en 2009, por
lo que más de una década después se concibió la necesidad de una actualización,
siendo finalmente aprobado el proyecto de ley por el Consejo de Ministros el
pasado 16 de marzo, momento a partir del cual los grupos parlamentarios del
Congreso presentaron hasta 148 enmiendas, que, junto a otras 83 interpuestas a
su paso por el Senado, han permitido ampliar su contenido y mejorar el texto.
En total se contemplan 50 novedades y, como apuesta de
futuro, por primera vez, se incorpora a la Ley de Tráfico la política de medio
ambiente a través de la infracción a las restricciones de la circulación con
motivo de escenarios de alta contaminación y la regulación del vehículo
autónomo para dotarle de un marco jurídico susceptible de garantizar las
exigencias en relación con la seguridad vial. Además, sigue las líneas comunitarias
marcadas en el informe “Marco de la política de la UE en materia de seguridad
vial para 2021-2030”: reducir en un 50% el número de personas fallecidas o
heridas graves para 2030, y avanzar hacia una cifra próxima a cero en 2050.
Potenciando la seguridad
Para ello, la normativa ha puesto el acento en mejorar la
seguridad y la conducción. Ahora, en carreteras convencionales, los conductores
de turismos y motocicletas ya no podrán superar en 20km/h la velocidad máxima
permitida para adelantar a otros vehículos. Como destacan desde la DGT, esta
medida pretende minimizar el riesgo que ocasionan los adelantamientos y así
reducir la siniestralidad en carretera convencional, lo que resulta una buena
noticia para el sector asegurador: “Todo lo que sea mejorar la seguridad vial,
entendemos que sea positivo, pues, no en balde, a todos los ciudadanos,
conductores o no, nos afecta la seguridad vial pues usamos las vías públicas,
así como la movilidad en sus distintas formas”, comenta César García, asesor
técnico de Cecas, dependiente
del Consejo General de Mediadores de Seguros.
No obstante, 2 de cada 3 siniestros mortales se producen en ese tipo de vías.
En esta línea, también se hace hincapié en el uso del cinturón,
sistemas de retención infantil y casco, aumentando de 3 a 4 los puntos por no
llevarlos. Hay que recordar que 1 de cada 4 fallecidos en accidente de tráfico
sigue sin hacer uso del cinturón. Además, llevar en el vehículo mecanismos de
detección de radares o cinemómetros, aunque se desactiven, será una infracción
grave multada con 500 euros y la pérdida de 3 puntos.
Otro de los aspectos en materia de seguridad que se
pretenden prevenir son las distracciones al volante, siendo una de las más
habituales el uso del teléfono móvil. Por eso si se conduce sujetando con la
mano estos dispositivos se pueden perder 6 puntos y acarrear 200 euros de multa.
Hay que tener en cuenta que desde 2016 las distracciones al volante son la
primera causa de los accidentes mortales; solo en 2020, en el 31% de los
accidentes fueron el factor concurrente.
Se incrementa, asimismo, la seguridad de los ciclistas,
haciendo obligatorio, en vías con más de un carril por sentido, cambiar por
completo de carril cuando se proceda a adelantarles a ellos o a los
ciclomotores. Además, se aumenta de 4 a 6 los puntos a detraer cuando se
adelanta poniendo en peligro o entorpeciendo a ciclistas sin dejar la
separación mínima obligatoria de 1,5 m.
Respecto a los peatones, la nueva ley hace hincapié en la
preferencia de paso sobre los vehículos (inclusive patinetes y bicicletas), no
solo en los pasos para peatones, sino también en las zonas peatonales y las
aceras. La medida surge en un contexto en el que los peatones representan el
22% de los fallecidos en accidentes de tráfico y el 80% de ellos, además, son
culpa del conductor.
Entre las grandes apuestas de la normativa está el reciclaje
en la formación de los conductores que quieran mejorar su conducción y hacerla
más segura y eficiente a través de cursos de carácter voluntario. Se les
bonificará con 2 puntos, siempre que tengan saldo y podrán realizar un curso de
cada tipo cada 2 años. Estas sesiones son diferentes a los cursos de
sensibilización y reeducación, que son obligatorios para los conductores que
hayan perdido todos sus puntos o el permiso de conducción, y se consideran una
buena herramienta de concienciación de buenas conductas al volante.